Si digo que los niños son la cosa más grande de este planeta, no digo nada nuevo…
Si además son buenos, juguetones, guapos, sonrientes y fotogénicos, la cosa mejora mucho…
Si además son sobrinos, la baba empieza a afluir…
Aquí os dejo una pequeña sesión improvisada que no llevaría más de 10 minutos en el Área Recreativa “La Moría” en Ardines, Ribadesella. No pretendía ser una sesión fotográfica ni mucho menos, pero durante el juego tenía la cámara a mano, y decidí jugar un poco con los angulares y los ángulos imposibles.
Ya en el revelado, apostar por aumentar el rango de color y el brillo, eliminar sombras y disimular contrastes, y saturar. Saturar mucho. (en lineas generales). Intentar transmitir sensación de juego y alegria.
Espero que os guste.
Podéis ver más aquí.